Nuestros nombres serán Nadie
Poemas de Luis Rodríguez, poeta costarricense, autor de las obras: "La voz que duerme entre las piedras" (Nueva York Poetry Press, 2018, USA) y "Breve historia del sol" (Santa Rabia Poetry, 2022, Perú).
COMPLICIDAD
Voy entre la multitud y mi nombre es Nadie.
Finisterra – LÊDO IVO
Compartimos el mismo pecado,
aquel de quienes comen los ojos
a los malos augurios,
porque este es un canto de hierro.
Nuestras manos crecen
entre cortezas y continentes,
como palabras que abren los cielos
donde somos colibríes que en las ramas
dejan tiras de piel;
y nos volvemos en niños
que persiguen mariposas
para arrancarles las alas,
perversos y feroces
paramos solo a crear nuevas arquitecturas,
nos mezclamos y seguimos huyendo
sin miedo al juicio solar de los dioses,
avergonzados y orgullosos
sembramos del ditsö
la tierra que pisamos.
Nuestros nombres serán Nadie
y como una mancha en el tiempo
avanzamos con la anónima serenidad
de los condenados al olvido,
guardarnos un secreto
enterrado en la saliva
que es la tinta de nuestra historia.
LA PARTIDA
Una a una
el río lava las voces
que se adhieren a sus piedras,
llevándolas por una ruta lejana
al agua de la que nacieron.
Con la corriente
me convierto en un fantasma
que es la morada de sus muertos,
y el ardor del agua
golpea mi rostro;
ahora soy un canto que proviene
de donde el río encuentra su creación
en la danza de los truenos
y los árboles.
CANTO DE CURACIÓN
Dos aves cruzan el cielo
y dibujan espirales plateadas
en un lienzo manchado de sal
que es su campo de batalla.
Somos notas inconclusas
en la canción al trueno
y a la montaña que lleva tu nombre,
cada gota de sudor discurre por la roca viva
hasta el mar.
Hacia ti dirijo
la música de mis ríos,
pero me pregunto si al beberla
se agotará su armonía
en una quemada deglución.
En el torrente,
la piedra se toma el agua
el aire, el manglar y los peces,
luego los deja pasar
con un poco de sí misma
como regalo para el viaje
que no termina.
LA AUSENCIA
De las siete especies de tortugas marinas en el planeta,
seis habitan las aguas de América Latina y el Caribe.
Todas enfrentan el drástico impacto del cambio climático.
Organización World Wild Life
Tortugas Marinas: amenazas y soluciones
Por cien millones de años,
desde antes de que el hombre
imaginara a sus primeros dioses
y los demonios que asustan su memoria,
la tortuga ha venido a esta playa
a encontrarse con la luna y las tempestades.
Es una fruta que emerge de las olas,
para sembrar en la arena negra
las semillas de sí misma,
en los surcos labrados con su sal.
Y el jaguar, que es un invitado tardío,
ha comulgado junto a la tortuga
con sangrienta puntualidad
desde el amanecer de su clase,
despidiendo a las viejas y moribundas
con el respetuoso filo de sus colmillos.
Un hambre nacida de todos sus ancestros
le ha guiado hasta el mar para retar su inmensidad.
En su saliva reconoce la cita
a la que desde la espuma,
asistirá el manjar que acumula en sus arrugas
la sabiduría de las rutas oceánicas
y los pozos que no admiten la luz.
Por cien millones de años, quizás más.
Pero este día la tortuga no ha venido
y el jaguar, solitario, es una pincelada
de nostalgia sobre la playa,
un huérfano en el viaje hacia el futuro
que es la bocaza negra de la humanidad.
En algún lugar del océano,
la última tortuga
se ahogó entre mi pecho y el olvido.
TERMONUCLEAR
¡Yo no tengo nada que ver con una bomba!
― Lise Meitner
I
Somos hijos de la gravedad,
y del corazón
nos hala una mano
hacia una prisión que nos resulta familiar.
Nos amontonamos con los ojos cerrados
mientras un veneno baja desde el sol.
Al final seremos motas inestables.
II
Una gota cae sobre mi pupila
que a la escala correcta es un océano
desbordado en relámpagos de agua.
Entonces corremos en direcciones desordenadas
dejando cuajos de humanidad tirados en las calles;
crecen formando copias huérfanas
de nuestro antiguo yo,
y se postran temerosos en galerones de egoísmo.
Bajo este nuevo orden teórico, echan a andar otra vez
chocando entre todos
y se repite el sin sentido.
INÚTIL
Un aguacero de manos
ni siquiera sirve para mojarte,
no te enviará a casa a cuidar el catarro
con un chocolate caliente.
Es en cambio
una exhortación a morder las balas.
LA CORTE DE HELIOS: ACUARIO
A Ileana Romero
No vengo del polvo ni de las mutilaciones óseas.
He ascendido en una burbuja
desde el fondo de una laguna
que es la pausa para el torrente.
FRONTERAS
no one leaves home until home is a sweaty voice in your ear
saying-
leave,
run away from me now
i dont know what i’ve become
Home - Warsan Shire
Por la vía que lleva
a la flor blanca de las minas,
guardaron las amenazas
en un cajón lejano de la memoria
y, por tanto, la culpa no requiere visa.
El camino que vigila los barrancos celestiales
se encuentra tapiado con idealismos
que le impiden a la esperanza
resucitar puntualmente cada domingo.
No hay ni compasión para el hambre
aunque tenga un rostro infantil.
Las águilas no comen moscas,
siempre que el sol se ponga entre cuatro paredes
habrá una sonrisa ante el descenso radiante de las olas.
TAPAR HOYOS
Si en tu tránsito por el desierto
bajo el aplastante abrazo del sol,
no martillaste tu corazón
y le cubriste de vidrio en las arenas,
has desperdiciado el infeccioso entusiasmo
de nuestro nuevo dios fiduciario.
Yo por ejemplo, como muchos,
me convertí en un experto
en el arte de tapar los hoyos
donde sepulté a mis muertos
y, los intereses de mis desatenciones.
DEVORADOR
Como tributo a la soledad,
un día Helios
se comerá a la poesía.
Y tras este acto de voracidad
se convertirá
en el dios del silencio.