Los últimos fragmentos de mi infancia

¿Qué están escribiendo los jóvenes poetas de Nicaragua? ¿Qué rumbo llevan sus búsquedas y experimentaciones verbales? A continuación presentamos una muestra de lo más reciente de la poesía joven nicaragüense.

Fotografía de Víctor Ruiz

ERÓTICA DEL TEMBLOR

 

Incontables sombras

arden al filo del paraíso

Exangüe lámpara

ex

    tin

      guién

             do

                se

al temblor de los huesos de cuerpos en escena.

 

Risas, murmullos, humedad

desbordan la cama

Sombras sucumbiendo

al roce de relámpagos,

cuchillos y piel.

 

Amantes, caracola paleozoica

metal bruñido en lanza

oasis de un mundo que se desmorona.

 

 

CANCIÓN DE CUNA PARA MIS HIJOS NO NACIDOS

 

No quiero que la conozcan
ni que la miren por la calle
cuando atrevidamente

pretenda tomarlos de la mano
no es una amiga
ni una buena vecina
solo quiere ganarse su confianza

para luego arremeter contra ustedes.


Lanzarlos con furia al abismo
des
       pe
           da
               zar
                    los
              abandonarlos
                    des
                fi
         gu

    rar
los
consumirlos en la locura.

 

 

DEFINITIVAMENTE NO

 

No,
definitivamente
                       no
seré jamás el arquetipo de mujer
         sumisa y bienhechora
el reemplazo sensual de tu madre
que te corta las uñas cada semana
ni lavaré tus mugrosos pantalones blancos,

impregnados de indiferencia
Tampoco me levantaré hacer el café cuando violentamente
vuelvas a casa
después de una larga noche de juegos.

 

 

VIGAS PODRIDAS DE MI INFANCIA

 

Los últimos fragmentos de mi infancia
quedaron adheridos a un par de vigas podridas
sucumbieron ante el lodo
los años e indiferencia

Desde la soledad
dos sombras juegan con el barro
soñando algún día crecer.

Los inocentes juegos de cocina
el chocochoco que devoraban las
bocas golosas
las hojas de sardinillo que servían
de dinero en la ventecita.

Todo quedó en carretes mohosos
carcomidos por el olvido
pero reviven
cuando miro aquel par de vigas podridas.

 

 

TIERNAS LAGARTIJAS AL SOL

 

Hoy me desperté con un sabor a nostalgia,
en la espuma del café se dibujó tu recuerdo
y en las últimas migas de pan del desayuno

me susurraron un vago te quiero.

En las losetas de la calle

encontré tu sombra desparramada

que casualmente se cuela

por mis párpados aún somnolientos.

Te veo,
         me veo
                    echados
como tiernas lagartijas
tomando el sol en el asfalto.

Risas, lágrimas,
saltar al vacío
equivalía a tratar de cruzar
un manjol a los quince.

 

 

SIN PREVIO AVISO

 

Un día sin previo aviso

         te encontraré
quizás en la sombra de alguna ventana

o miré sin saber tus ojos a través
del vidrio de un autobús
o me cuele por tus pasos
en un accidental trajineo del mercado
a lo mejor te conozco
pero
aún no me percato.