Juan Aburto perenne

Refutación a una nota que intenta descalificar la reciente edición de los Cuentos completos del nicaragüense Juan Aburto (1918-1988).

Fotografía de Sergio Palma (ver galería completa).

Notas para Jorge Eduardo Arellano

 

En el presente año 2018 el narrador nicaragüense Juan Aburto arribó en mayo al centésimo aniversario de su nacimiento y en agosto se cumplieron 30 años de su deceso. Para conmemorar estos acontecimientos y celebrar su obra, además de mis hermanas Eunice, quien desde su lecho de muerte colaboró con entusiasmo y eficacia, Gilda Victoria, decidida y efectiva, la suscrita junto a reconocidos profesionales de las letras, como los doctores Erick Blandón Guevara y Fernando Burgos Pérez, además de los brillantes académicos jóvenes Marcel Jaentschke y Víctor Ruiz M., con gran sentido de justicia unimos vigores dispersos desde Nicaragua, Costa Rica y Estados Unidos, coordinados por el más destacado discípulo de mi padre, Sergio Ramírez. Nuestro objetivo fue preparar un volumen con todos sus cuentos, que incluyera varios ensayos de crítica literaria escritos expresamente para esta publicación, y una selección rigurosa de otros textos publicados con anterioridad por Ana Ilse Gómez, Lizandro Chávez Alfaro y Julio Valle-Castillo. De ese trabajo colectivo resultó el libro Juan Aburto. Cuentos completos, como primer volumen de la colección Centroamerica cuenta, que publicó Hispamer en Managua, 2018. La presentación del volumen firmado por Erick, quien estuvo a cargo de la edición,  explica diáfanamente los objetivos, alcances y circunstancias de la misma. Desde que definimos los criterios de la edición, acordamos evitar el historicismo o el biografismo anecdótico en el estudio de sus cuentos, esa fue mi propuesta aceptada unánimemente, asumo la responsabilidad.

No obstante las múltiples novedades y fortalezas del libro, el Dr. Jorge Eduardo Arellano publicó en julio pasado la nota Aguilar y Aburto en perspectivas críticas, descalificando nuestra obra sin ningún fundamento, pero con mucha rapidez y mayor ligereza al arremeter contra nuestro trabajo señalando la ausencia de una bibliografía pasiva, estudios previos de otros críticos, un aparato referencial y toda la parafernalia propia de una edición crítica, que no es el caso de la nuestra, cuya intención es la de poner a un narrador imprescindible al alcance de las nuevas generaciones de cuentistas y público en general. No fue nunca nuestro propósito preparar una obra para eruditos. Por supuesto, el haber pillado unos mínimos errores de digitación a lo largo de las 314 páginas del libro encendió aún más la hoguera inquisitorial del Dr. Arellano.

En honor a la verdad, debo informar lo que en realidad sucedió:

1. Yo solicité al equipo de trabajo no reproducir valoraciones ya publicadas, las cuales se pueden consultar en fuentes fácilmente localizables, sino nuevos ensayos críticos desde perspectivas muy variadas, que permitieran resaltar las preocupaciones humanísticas o existenciales, políticas y sociales así como las destrezas y técnicas del maestro que fue Juan Aburto; tenía presente que un escritor nicaragüense en un homenaje anterior había dicho: “Juan Aburto no sabía nada de técnicas narrativas”. Esta obra colectiva demuestra lo contrario. Nuestro trabajo incluye aproximaciones a su obra  que van de la estilística, a los estudios culturales y lo postcolonial.

2. Queno son cuentos completos: dos veces llamé por teléfono a Arellano, le expliqué nuestro propósito, expresamente le solicité información, documentos y fotografías. Reconozco que me escuchó con amabilidad e interés y me obsequió su obra Memorial de los 60, la cual incluye en la página 431 su escrito “Juanillo, el Aburto: mentor de una generación”, que ya había yo leído antes. Pero… jamás me dijo tener en su archivo, tampoco me ofreció los cuentos de mi padre. Él sabrá la razón de su omisión. Gilda y yo durante seis meses rastreamos los escritos dispersos en periódicos nacionales y extranjeros. La búsqueda arrojó a la fecha 84 escritos entre cuentos, ensayos, reseñas y crónicas. El material rescatado bien da para editar por lo menos otros tres libros diferentes. “Que uno de los cuentos omitidos es ‘Un poeta’”: Juan Aburto tiene dos escritos con títulos similares: “Tipos felices, un poeta”, (Ventana, Vol. III, # 129, el 20/8/1983, pág. 3), pertenece a la serie de crónicas sobre la vieja Managua. El otro, efectivamente “Un poeta”, es también una crónica, apareció originalmente en El Nuevo Amanecer Cultural, año IV, # 297, el 22/2/1986, pág. 1, en una edición dedicada a José Coronel Urtecho. En ella comenta mi padre la ocasión cuando conoció al poeta del río San Juan. Ninguno de los dos textos es técnicamente un cuento, aunque Arellano lo diga.

3. Cuchuzapo, ser imaginario inventado por Juan Aburto, también es figura central de su cuento “Monografía”, publicado en la edición original de su libro El Convivio, Editorial Nicaragüense, marzo 1972, página 7. Mi padre lo creó y él lo bautizó escribiéndolo con /z/ en su nombre.  No es un gazapo, Dr. Arellano.

La segunda vez que hablé con Arellano para informarle que el libro estaba en la imprenta, preguntó expresamente si habíamos incluido algún escrito suyo; al responderle que no, explotó airado y con palabras impublicables atacó groseramente al editor por, según él, “excluirlo”. No me permitió explicarle los criterios arriba señalados.

La obra de Juan Aburto, innovadora y sorprendente, se extiende más allá de cuentos y narraciones; en particular recuerdo un ensayo, en el que hace una apreciación muy generosa sobre quien nos descalifica y ataca sin base cierta. Es una opinión bondadosa con el hombre, y visionaria de su quehacer profesional, de quien mi padre fue entusiasta mentor desde que dio sus primeros pasos en la literatura. Sin embargo, a pesar de la enciclopédica memoria y del extenso archivo de Arellano, o de la gratitud que se podría suponer tendría, no hubo aportes, al menos, un artículo nuevo y oportuno para el maestro en sus respectivos aniversarios, sino una diatriba para quienes pusieron todo su esmero en celebrar su vida y obra.

 

En agosto de 2018.