Algunos apuntes sobre Nicanor Parra y la antipoesía

Sirva este breve comentario como homenaje de parte de Álastor hacia una de las voces esenciales de nuestras letras.

Fotografía de Alain Pallais (ver galería completa).

Cansado de todos los que llegan con palabras, palabras

pero no con lenguaje.

Tomas Tranströmer


 

I. El antipoema como subversión del lenguaje

Un epígrafe como el que encabeza estos apuntes sobre Parra y su antipoesía expresa de forma precisa el propósito de la poética parriana. Cuando Parra publica sus Poemas y antipoemas, además de inaugurar una estética que calará profundamente en la tradición poética hispanoamericana, está reaccionando contra una poesía que se había vuelto más hermética y experimental y, por tanto, menos humana. Una poesía en la que la palabra ocupaba el epicentro de la experiencia poética, una poesía logocéntrica hecha por logócratas poetas. Era necesario por tanto encauzar el rumbo de la poesía a partir de un lenguaje que expresara de forma más directa el sentimiento de la colectividad sin abandonar, por supuesto, la experiencia individual del poeta. De ahí entonces que lo que hoy denominamos como antipoesía no sea, como se suele creer, un ataque a la poesía, sino más bien una forma distinta de aproximación al fenómeno poético.

Al igual que las estéticas vanguardistas de inicios de siglo XX, la antipoesía nace con el afán de dinamitar el lenguaje de la literatura vigente; su lenguaje es subversivo por natural, es decir, el artificio antipoético consiste en regresar a la comunión entre las palabras y las cosas. Hay que decir las cosas como son, nos dice Parra:

Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.
Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
-Y esto sí que lo digo con respeto -
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.
Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
- Cabeza fría, corazón caliente -
Somos tierrafirmistas decididos
- Contra la poesía del café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.

Para volver a esa naturalidad del lenguaje poético, era necesario subvertir el lenguaje. Regresar a las palabras la capacidad de crear significados, de tender puentes entre el poeta, el poema y el lector.

II. El antipoema: un regreso a la cotidianidad

Por otro lado, la poesía o la antipoesía de Parra es un regreso a la cotidianidad. Al renegar del discurso hermético y ampuloso de sus antecesores (Neruda, Huidobro), la antipoesía propone una poesía del diario decir a partir de frases y expresiones de uso natural en el lenguaje. En uno de sus poemas más contestatarios, el poeta nos habla del poema como primera necesidad:

Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.
Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días

De ahí que lo antipoético en Parra no sea un afán por reinventar y destruir el lenguaje, sino un regresar a una poesía más sencilla que aborde los problemas más inmediatos del ser humano. Las palabras en Parra no se cargan de doble sentido, una paloma no es un símbolo, sino el referente puro y desnudo que vemos todos los días:

Moscas, de todo un poco,
Picotean las piedras amarillas
O se paran en el lomo del toro:
Más ridículas son que una escopeta
O que una rosa llena de piojos.
Sus estudiados vuelos, sin embargo,
Hipnotizan a mancos y cojos
Que creen ver en ellas
La explicación de este mundo y el otro.

Más que una estética, el antipoema se presenta como una actitud frente al acto poético. Es decir, el poeta no pretende crear nuevas formas de expresión poética, sino utilizar las que ha creado la tradición para, desde ahí, instaurar su discurso. Por eso es que en Poemas y antipoemas encontramos poemas rimados y con una métrica precisa: la propuesta no está en la forma, sino en la visión de la realidad que nos presenta el poeta. De ahí que la poética de Parra esté más cercana al postmodernismo que a las vanguardias, más cercana a Gabriela Mistral que a Pablo Neruda, sobre todo, en la naturalidad y sencillez de su poesía.

Víctor Ruiz

Víctor Ruiz. Poeta, fotógrafo, crítico literario y docente universitario, autor de los poemarios La vigilia perpetua (2008) y La carne oscura de lo incierto (2017). Su poesía ha sido incluida en las antologías Cruce de poesía, Salvador-Nicaragua (2006), Novísimos, poetas nicaragüenses del tercer milenio (2006) y Poetas, pequeños Dioses (Leteo, 2006). Ha brindado talleres de creación poética.  Miembro del Comité de Redacción de la Revista Poéticas. Colaborador de la revista de literatura el Hilo Azul, Revista de Lengua y Literatura del Centro de Investigaciones Lingüísticas y Literarias y Carátula. Jefe de redacción de la revista Alastor.

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