Hay funerales en los que sólo se escribe
Presentamos una muestra de poesía salvadoreña seleccionada para Alastor por el poeta y crítico Mario Zetino
¡Quiero salir del infierno!
Sentado y con la mirada hacia arriba
Encerrado en la fosa donde se me dio hogar como alma
Contemplo al fondo una vista
Es el cielo
Pero no lo puedo ver por completo
Sé que podría ver más
Que el mapa de figuras entre estrellas es inmenso
Quizá hasta infinito
Quizá.
Y es que ese cielo que mis ojos encuentran al final
La intriga por ver mejor ese techo de luces
Me invita a salir, escalar muros y no soltar mi vida
Y mientras subo escucho un murmullo
Las voces de aquellos que se hicieron parte de los muros
Adheridos a su castigo y contaminados por su pecado
Que no saben si van a morir y si esta es la misma muerte
Y me hablan narrando mitos de afuera:
Que hay colores más allá del fuego que nos rodea
Que mis pies conocerán el frío
Que mi piel sentirá las brisas de octubre
Que diciembre tiene luces que se ven hasta en los senderos
Que un tal enero me vestirá con sus flores
Y me podré dar un nombre
Una palabra que me identifique con dignidad
Y que me separe del resto de seres
Porque sé… y lo sé muy bien
Que más allá de las paredes de este abismo
Hay un portal y mi única salida.
Y aunque las culpas me hagan más pesado
Jamás detendrán mi ánimo
Sin importar que el muro se haga infinito ante mis ojos
Sé que con cada segundo estoy más lejos de la oscuridad
Y una lágrima más cerca de mi redención.
Eternidad
¿Existo o sueño que existo?
Si es que existo debería llorar porque la vida muere
ingiere cada día el veneno del tiempo
reuniéndose con la muerte en funerales
funerales que son mi pasatiempo.
Hay funerales en los que sólo se escribe
otros donde se canta y llora
y otros donde sólo se escucha el silencio.
¿Acaso no es así el final de nuestras vidas?
Pero yo no he de morir así
No seguiré las costumbres de los muertos
Me niego a dejar mi alma colgada como un abrigo y negar que existo
Soy el espacio que faltaba
¿Y si el destino me cita sepultaría al niño que llora en mí?
¿Sería la existencia una ilusión de mis sueños?
Sería como si el dueño del tiempo observara la pintura de mi vida
y viera el rostro de mi voz en la noche
seguramente respiraría por primera vez entre la vida y la muerte
si hago poesía no me enterrarán
me repartirán entre sus corazones
porque hoy estoy en un funeral
y mañana tal vez resucite.
La verdad de las cosas
La noche es el manto de un mago que conjura contra la muerte.
¿Y si la muerte es la vida de la que tanto nos hablan?
Entonces estoy dormido y tengo pesadillas.
Que no me despierte el ruido de la ventana
Sueño que la noche me habla
Me cuenta su historia
Sus recuerdos hechos demonios
La noche es veneno
Y mis pesadillas no son más que mis sueños envenenados.
La muerte es un espíritu sin hogar
Un alma sin luz desterrada de la corte de los dioses
Por suspirar nuestros nombres
Y redimirnos al estar dentro de un ataúd
Porque todo muerto es bueno en su funeral.