Olivar de olvido
Apuntes sobre la poética de Anastasio Lovo
Anastasio Lovo (1952-2024), es dueño de una de las voces poéticas más distintivas de la poesía nicaragüense durante la segunda mitad del Siglo XXI. Su primer libro, “Mitopoeisis” publicado en Barcelona (Editorial Vosgos, 1973) y con el que obtuvo un accésit del Premio Apollinaire, ya presentaba muchas de las características que se desarrollarían a lo largo de su obra: Un marcado corte neobarroco, la búsqueda por una quintaesencia del lenguaje, la conversación con la cultura grecorromana, con los poetas malditos y los textos sagrados y los juegos de palabras e idiomáticos dotan a su obra de una voz muy propia. Dentro de una tradición que, por una u otra razón, se orientó mayormente a una poesía más “cardenalicia” la propuesta de Lovo resulta ser única por el enorme bagaje literario y cultural que implica su composición e interpretación.
En su obra poética se observa una evolución natural (nunca forzada o complaciente) hacia una poesía más cotidiana y conversacional sin dejar de lado la complejidad léxica y semántica que lo caracteriza, como una marcada conciencia social que no se denigra con panfletos, lo cual a veces ocurre con quien denuncia los excesos e injusticias cometidas por el poder. El mejor ejemplo de esto pueda ser “Sonatas del poder” (La Huerta, UNAM, 1990) uno de sus trabajos más conocidos tanto en revistas como en otros medios, fiel a su búsqueda léxica y de analogías cultas, introduce un tono más coloquial, irónico y casi nihilista a lo largo de los textos en los cuales los atropellos y crímenes son denunciados y meditados, sin señalar a un culpable directo, puesto que el poder no reside en una sola persona. Esto dota a los textos de universalidad.
La presente selección de poemas fue tomada del libro “Frutos del deseo” (Editorial Ptix, 2012) el cual recopila las obras “Mitopoiesis” (1972), “Mito de Quémbor” (1973), “Sonatas del poder” (1984 - 1989), “Muerte de Narciso” (1988 - 1994), “El amor en la comarca de Saint John-Perse” (1999) y “Frutos del deseo” (2004-2012). Dicha selección ofrece un panorama general sobre la obra poética de Anastasio Lovo; y sobre todo es un homenaje al legado poético de este embajador de "la insula azul" de la poesía.
Aldo Vásquez
Ethos
Dolorosas garras rasgan la piel naúfraga
engangrenados sórdidos seres anclados en lo pútrido
El hedor arborescente hinca cada calado
Mientras hala la pesada naúsea gris
fibrosa
enraizada
balbuceante
Olas de vómito golpean arrecifes coralíneos
florecidos de rosas
esqueletos
cruces
bajo la égida de cortinas de rosarios de dientes cariados
Sin dedos que los hagan cuentas tibias
ni céfiro que los cree cencerros tintineantes
Aquí los bordes vítreos
De la incunnábula esférica
Nos batimos de sol a luna
de noche a estrella
de árbol a sombra
de golpe a
c
a
r
i
c
i
a
Poesis
Para Rodolfo Lovo Téllez
Vértice euclidiano escinde secularidad agonal
Contraditio
↕
Concordio
Leve escarceo de demiúrgicos dedos
cimbran de cinabrio e incienso
la mónada inmortal de l´eternidad
Mustio hasta lo álgido
llanto iridiscente
Irradia ajada lividez
Kaleidoscopio
↕
Trobarclus
Rótterdam
Rottérdam
Rotterdám
Adán
↠ Sin sierpe ni Hespérides
Calíope Plenos d´alfileres damoclianos
Como Hermes + Afrodita
Libran el Verbo tantálico
Poiesis emerge
- adusto geyser abrupto -
del caótico vibror telúrico
alquimada
en translúbricos murciégalos
Sonata II del poder
Para Adolfo Sánchez Vásquez
La noche del poder abreva sangre
En plenilunio el espectro de un abedul llevado a las
cenizas
Convierte el vino en sangre el poder brindando
Cristo el antipoder transformó el agua en vino
Todas las asociaciones - incluso las de las ideas -
Son ilícitas para delinquir son según el poder
Desde Maquiavelo el poder conscientemente conspira
Deseo/Horror es la conspiración para el poder
El deseo es la conspiración que el poder vencer no
puede
El deseo como raíz & astro del amor
El poder pernocta soledad frente a un río de cadáveres
El poder es la mise en scène por excelencia
La señalada por Bretch
Sin distanciamiento ni desdoblamiento nada más
mise en scène
La dispositio espacial con sus justos personajes netos
La concreción pétrea de la voluntad
Pero en ausencia de conflicto & ayuna de agonía
Por eso...
No hay teatro que se lo iguale
Ni cuerpo que lo resista -re(A)nuncia el Che
Sonata XIV del poder
Para Leopoldo José Tablada Molina
El agua esfumina su puñal de acero
Disco de luna plena como su túnel de marfil & niebla
Una luz excesiva excita las brillantes frondas
El anillo de las aguas corona el hipocampo del sueño
Cuerpo yacente intuyendo el ombligo del viento
Cuerpo manante presintiendo el caracol del aire
Las distintas tonalidades cromáticas del aire
Su metamorfosis de viento en tigre de bengala
No todo el aire ni el viento mudan un mismo color
Sólo la luz en este verso se revela unívoca/perpleja
Lucy in the sky with diamonds
El poder suele aniquilar excesos ajenos
Aquéllos cuyas tiendas no se alzaron en su orgiástica
comarca
El poder no gusta de barroquismos ni ultraísmos
No tolera las extensiones ávidas del no siendo
La insaciable sed de la imaginación
El laberinto polícromo de la sicodelia
L´raña peluda de las drogas
Sólo excesos suyos soporta el poder
Una oropéndola opiácea inaugura un fantástico ritual
Mientras el poder vestido de azul cadmio
Orlado de níveo armiño inicia la ronda de las
costumbres
Con las ápteras armas en vela monocordes &
resentidas.
Éxodo
Para Gabriel Rabindranath Lovo Torres, mi hijo del amor
He aquí que arribamos a la tierra prometida
con caudalosos ríos de leche y miel
He aquí donde enfrentamos a Goliat
a sus huestes genocidas y perversas
He aquí las columnas de sangre
- altas y rojas al levante -
Sembradas por los héroes
por los mártires del pueblo
plantadas
¿Acaso fue estéril tanto trabajo y heroísmo?
¿O es que la moneda del amor se hundió en el polvo
en el fango?
Los pies laceran sus huellas
sobre los dorados caminos
Las huellas huyen de las pestes
el poder
la guerra
el hambre
la corrupción
como de la apestosa peste
Todos los dioses están quebrados
Y en este éxodo no hay profetas ni decálogo
Quedan la heredad abandonada
la sangre marchita
la historia olvidada
He aquí que hace diez años
arribamos a la tierra prometida
y debemos regresar a la casa de Ramsés
al infierno.
Aida
I
Oh mujer
tu olor de puerto en otoño
abre la puerta del cristal
del mar de la saudade
El recuerdo del mar
untado en tus caracolas
La precipitación de Afrodita
en la pulida cascada
de tus nalgas
donde estalla la antorcha de tu pelo
& en el chorro de la fuente
Bebe una libélula
toda su sed de crisálida
II
En tu cuerpo moreno
la belleza detuvo al tiempo
& quiso anidar
la ocre prisión del otoño
En el bosque de las encinas
de luciérnagas aún no incendian
los dulces pechos de tus dunas
III
Oh el mar
que sembró una tormenta
en tu ombligo
IV
El disco de plata
de la luna
repite en tus ojos
la ventisca de nieve
mientras un velludo férreo
& laborioso dios
en el musgo de tu pubis
planta las semillas del verano
V
Aida
si las flores tuvieran la ternura
la libertad sembraría
vuelos de paloma en tu vientre
Elegía a Enrique Lihn
I
Cuando Pablo Antonio dijo
“Enrique Lihn murió uno de estos días”
fue tarde para parar el golpe
La serpiente de palabras me muerde
suntuosa serpiente mordiéndome
el lado izquierdo del corazón
La serpiente que expande en sus anillos
el tiempo aión
desde sus brillantes anillos de coral
Ahora Enrique asomado a tu muerte
como al negro brocal de un pozo
lanzo las devaluadas monedas del sentimiento
Precipito todos los eventos de juglaría
& los acontecimientos de clerecía
“Enrique Lihn murió uno de estos días...”
La frase me borra la muelle silla donde poso
paso a una balsa en medio de un inmenso río
& adopto el recurso Guimaraes de la tercera orilla
Me aíslo de mí
para que nadie
Ni la “anaconda de barros rituales”
venga a morder tu muerte en mi corazón
III
Cuando llegué por primera vez al taller
en el Salón Ducal de la Universidad Católica de Chile
usted Lihn me dijo:
-¿Usted es el nicaragüense?
-Sí
-Ustedes tienen un poeta excelente... ¿Cómo se llama?
-¡Rubén Darío! - dije precipitándome
Desde la ínsula azul a la torpeza.
-No, ése no. Pasos. Joaquín Pasos.
VII
Enrique Lihn
compañero del lenguaje
señor de la poesía
Que nadie, ni Maese Pablo Antonio
me diga que “pinchaste” con la muerte
que te fuiste con ella
para enamorar sus huesos de cristal
sus reglas podridas
sus pérfidos besos
Que te fuiste con ella
Creyéndola virgen como todos los poetas
(si se tira a todos la muy putísima)
amándola con toda la cetrería de tus versos
entregándote con todas las armas del amor, Maestro
Olivar de olvido
Una temprana conciencia de la muerte
me capacitó para mostrar
a cualquier persona grupo o institución
El camino más corto al olvido.
Aquel que atraviesa un bruñido sendero
con hojas de olivos en el esplendor del otoño.
Análisis de coyuntura
Entre tu pelo & la lluvia
hay una distancia de lucero
Entre tus ojos & las estrellas
El brillo de un espacio ámbar
Entre tus manos & las mías
pétalos de rosas amarillas
Entre tu ser & el mío
a bridge over trouble water.
La nef des fou
Cuando vos te hayas ido…
Continuaré navegando solo
en La Nave de los Locos
Como un viejo rey de la poesía
con su camisón a rayas
y su insólita corona de papel
Como ves en el transporte estaré vencido
y no habrá manera de llegar a vos
Solo tu bote color cajeta
surcará del agua su estela
Todo estará inundado
por una laguna veneciana
hecha de lágrimas tuyas y mías
Eso sí
nadie sabrá si lloramos
por la pena de perdernos para siempre…
O por la inmensa alegría
de habernos amado
en el pétalo de un instante
El albatros de Charles
Aunque mis huesos son todo terreno
para mi entierro prefiero
el verdor de una colina en El Crucero
donde el viento exhiba sus sensuales fantasías felinas
& el cielo encienda el eterno ulular nocturno
de las estrellas de Van Gogh
Se me antoja también
un risco arisco
un acantilado basáltico de Dover
& desde esas cumbres borrascosas
manos caritativas amorosas seguras
- las manos de Arena -
lancen mis cenizas al precipicio
las cuales arremolinadas en el aire
por obra & arte de la poesía
se conviertan en el albatros de Charles
Un albatros con sed…
Vagabundo…
Hambriento…
Eduardo Báez In Memoriam
I
Un muelle desolado en medio de la niebla
parte del centro del Lago Tahoe
y se entierra en mi corazón
El sonido de una sirena de barco
rompe la niebla como una quilla
hiriendo mi corazón
II
Ahora amanece
En el muelle Gabriela, Raquel y Luis Adolfo
más allá de la piel del dolor
más acá de la frontera de la sangre
escuchan Here comes the sun
Tus amigos, colegas y familiares
vemos desde la orilla como ese sol naciente
sonríe con tu misma cara de siempre
Te cuento
Es un sol dorado canela que usa colita
III
Nadie podrá pintar el sol como vos
y hacerlo estallar en mil pedazos
En gajos de naranja y navajas de plata
Que caen repartidos sobre
cabezas de niñas y niños
Gozosos/gozosas escuchando de tu grave voz
la lectura de un cuento
sobre un sol vagabundo que regresa a casa
rompiendo todas las murallas que castran
con una alforja de luna
llena de palabras
vivos colores
colmada de mieles y mieses
aventuras y desventuras
Guayo sos: Sol solo / Sólo sol
Luz de amistad
amor
paz
IV
Si con la muerte del héroe se sembró
una semilla
y la hierba verde renació del carbón
Con vos Guayito los que te amamos
resucitaremos al mismo sol
desde tu ataúd
que es todo un arcoíris.
Una joven llamada Poiesis
Para Carol Marie Bendaña Mendoza
El héroe muere joven
su sangre ilumina su propio cadalso
antes que el Poder lo corrompa & lo pudra
¡No hay héroes vivos!
El profeta muere joven
ahogado entre las piernas de su madre
la iglesia en medio de asfixiantes inciensos
antes que el demonio lo tiene & lo haga pecar
¡No hay profetas santos!
El poeta muere joven
intoxicado por sus palabras
antes mucho que su poesía muera
en el árido lecho de su silencio
Al poeta las palabras lo hacen inmortal
durante el tiempo que dura el tiempo:
Una gota de rocío deslizándose en una hoja de laurel
¡No hay poetas viejos ni viejos poetas!
Pero desconfiad de sabios poetas
mayores de veinte…
Son maestros del artificio
la retórica
el alambique
& la retorta
Bellos antros jamás visitados
por aquella lúbrica
lúdica
lúcida
joven griega hermafrodita & casquivana
llamada Poiesis.