Cinco poemas
Entre el fluido de la prosa y la musicalidad del verso, diferentes voces evocan experiencias traumáticas como la guerra o sutiles como la fuga de dos jóvenes amantes.
1
Han lanzado una pareja de llaves al Sena. Dos nombres grabados en la metálica piel de un candado quedan expuestos a los extraños transeúntes del Pont des Arts.
Escapa de pétreas posturas
del nocturno silencio
invasor de galerías y supinos poemas.
Fontaine des Fleuves
Brota con el agua de los peces.
Arrodillado:
abre sus alas,
toca lentamente sus mejías,
cierra los ojos.
Una joven pareja faltó al colegio, decidió correr las bicicletas del río que entrega nuevas sensaciones a la piel de vestales uvas; río que observa fugitivos uniformes tenderse sobre el pasto y entrelazar sus raíces bajo la sombra del imperceptible tiempo.
En su vientre ha nacido una planta,
ígneo follaje definiéndose
en la densa niebla de su pecho.
Su cabello sueña con las flores
mientras mil aves postran su canto.
Los violines de La Primavera.
Después de tontear por días con temor a la cercanía, con la velocidad de dedos castos ligeramente golpeando una superficie cristalina; después de tantos vídeos dedicados a abrir sonrisas por donde ingresan suspiros feraces; después de encontrar un sitio común para depositar sus gustos, sus odios, el escondite de marcas y lunares; después del silencio enojado y nuevamente los dedos pidiendo disculpas; se fueron en busca del primer beso sin permiso ni consejos ¿Cuántos primeros besos pueden encontrar zagales bisoños con sus labios, acróbatas de la imaginación?
Despojado del arco y sus flechas
va por el mundo, en sus manos
una red luminosa se extiende.
desciende
sobre el mar de peces solitarios.
(nueva estación)
2
The Thunderer marcha con la fantasmagórica banda. La noche crepita, con su luna y faroles, en la mancha de sangre alargada sobre el andén, sobre una Purple Heart. Había arrastrado su cuerpo perforado hasta el umbral de El Viejo Bar donde se embriaga el autor anónimo de consignas gritadas sobre paredes de baños públicos, donde empobrecidas luces se desprenden del techo para mojar el esguince de cada rostro reflejado en los charcos de embriagadas mesas.
De pie se puso,
colocó su testa bajo el brazo.
Con cada pisada debilitó cualquier sonido,
encendió velas en ojos vanos.
Ahora hace silencio en el mundo
Ahora pretende nunca haber sentido ese miedo:
“En una guerra por la libertad
no se tiene libertad para preguntar por ella.
Cuánto dolía mi cuello por el peso del casco.
Cuánto dolió acostumbrarme al estruendo y a la sangre.”
Cuantioso trago.
Sienta su enorme copa a media asta.
“Después del combate
volé, con moscas triperas, de cuerpo en cuerpo
salvando moribundos murmullos
verificando el paso de Almawt.
Mi rostro pálido,
rendido al miedo,
al asco,
fue la última imagen
en los ojos de cinco soldados,
de cinco criaturas,
mujeres, no recuerdo.”
Su memoria pierde el equilibrio.
¿A cuántos cuerpos lo habrá atado el alcohol? ¿A cuántos dolores? El plomo que hirió los frescos en Bagdad ahora hiere sus bilocadas palabras, lo hace temblar en logofobia.
“Mis brazos conocen el peso de la muerte,
la metralla habita en esta pierna
y esa primera bala aun vuela
silbando cuando apago las luces.
No hay tranquilidad cuando morteros
estallan en el escaso sueño.”
El estigma pasó por cada mesa llenando las copas — ¡Débil! ¡Eso es lo que sos: un débil y cobarde de mierda! — Tirado sobre el piso entregó su rostro a las palmas de sus manos, sintió otra vez la pesada eternidad del sol, el olor a sangre mezclada con tierra.
“¡De qué cabeza habrá caído esta fruta podrida?
¡Acaso el soldado tiene prohibido soñar aunque
nunca dormite?”
Hoy nos reímos del horroroso pasado mientras observamos inocentes hombrecillos columpiarse entre el polen que emana de nuestras manos rotas, mientras en el desierto retoñan flores entre pequeñas brasas.
(purple heart)
3
la tierra gira
ingenuas fichas galopan al campo de batalla
la muerte relincha a mis espaldas
con su metálico casco escarba… su sombra
4
cruento combate
en Taji, carpanta canina
devora los sesos aun tibios entre el zumbido
moscas inquietas
5
un buen soldado vive de pie
muere de pie
quizá entonces obtenga reposo